Cómo empezar a correr sin morir en el intento

¡A correr! Porque si has llegado a este blog es que tienes intención de empezar a moverte más rápido de lo que has hecho hasta ahora. 

Te ha picado la curiosidad por esto del running ya sea por salud o por algún tipo de apuesta con alguien. 

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Y aquí estamos nosotros para echarte una mano y que te enganches bien a este maravilloso mundo que es el del correr. Un mundo de endorfinas, motivación y superación cada día con mejoras súper rápidas.

Vayamos paso a paso

Lo primero que deberíamos tener en cuenta es que, para empezar a correr no hay que correr como tal, precisamente. 

¿Cómo? ¿Pero no íbamos a hablar de correr? Que no cunda el pánico que de aquí sales corriendo.

Para desarrollar la capacidad aeróbica, esto es que el pulso no se nos dispare y nos ahoguemos al correr es importantísimo alternar períodos cortos de trotar con caminar con agilidad. Lo que en el mundillo runner se conoce como CaCo: Caminar y Correr.

Alternando estas dos actividades conseguiremos que el cuerpo poco a poco se habitúe. Pongamos que hablamos de hacer 1000 metros de trote suave con 200 de caminar. E ir reduciendo la distancia de caminar para aumentar el tiempo que estamos corriendo.

Es importante adecuar estas distancias iniciales en función de las capacidades físicas de cada cual. Si tienes que empezar con 500 metros de trote y 100 de caminar, pues lo haces. Que aquí lo que buscamos es que todo el mundo disfrute del proceso de correr.

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Nos daremos cuenta, poco a poco, de que cada vez caminamos menos distancia y corremos más. No tiene que ser más rápido pero sí que tiene que ser un correr constante. Sin parar. A ritmos suaves que nos permitan disfrutar a la vez que sentimos que hay un esfuerzo.

¡Ya lo tienes! Has conseguido crear una rutina durante este tiempo de acostumbrar al cuerpo. Ahora es cuando empezamos a añadir detalles.

Ya corres. Ahora la cosa se pone interesante

Ya sabemos que podemos correr manteniendo un paso constante y hemos dejado el CaCo atrás. ¡Enhorabuena! 

Has visto que al correr terminas cansado o cansada, ¿verdad? Eso es porque la exigencia energética es bastante más grande que cuando estás caminando y, por lo tanto, hay que adaptar lo que comemos cada día que tengamos que correr en el calendario.

Los carbohidratos son tus amigos. Son la mejor fuente de energía que puedes encontrar para que tus músculos tengan gasolina con la que tirar en cada salida a correr. No les tengas miedo y entiende que sin esa energía tu cuerpo no funcionará y puede que termines incluso con alguna lesión.

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Si no sabes cómo planificar tu dieta para tener una carga de energía adecuada para entrenar nuestra recomendación siempre será que te pongas en contacto con algún equipo de nutrición deportiva que pueda ajustarte los planes de alimentación con los planes de entrenamiento que te toquen cada semana.

Respeta los descansos. Para correr bien hay que recuperar y descansar bien. De esta manera la musculatura se regenera mucho más rápido y, por lo tanto, disfrutarás del correr con mayor agilidad. No será tan duro. ¡Correr con sensación de cansancio y pesadez de piernas es muy desagradable!

¿Vamos a por más?

Si ves que te sientes genial y que empiezas a sentirte con ganas de ponerte algún dorsal en carreras cortas tipo 5k o 10k y saber qué es ese subidón de cruzar la meta de una carrera puede ser una buena idea buscar entrenador o entrenadora.

Un entrenamiento guiado ayudará a que mejores la técnica de carrera y por lo tanto corras de forma más eficiente y ahorres energía. Seguro que incluye el entrenamiento de fuerza que es una actividad básica para mejorar: tener más fuerza supone lesionarse mucho menos gracias a una musculatura que protege nuestras articulaciones. Y oye, también correrás más rápido con estos entrenamientos.

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Esto del running parece más complicado de lo que es pero al final son cuatro ideas que si sabemos equilibrarlas nos darán alas para disfrutar y tener mucha más salud.

A equiparse

Ya corremos, tenemos claro que con alguien que nos entrene nos sentimos mucho mejor y más ágiles y hemos descubierto que comer carbohidratos no era tan terrible como decían.

Ha llegado el momento de descubrir la última pieza de este puzle que es el de iniciarse en el running: la equipación deportiva.

Lo primero y más importante es vestir los pies. No podremos usar las mismas zapatillas si nuestra constitución es ligera que si somos runners más pesados o pesadas. Necesitaremos unas zapatillas running con mayor o menor amortiguación en función del peso para ahorrarnos disgustos con problemas de articulaciones.

Si vivimos en zonas donde llueve bastante puede ser interesante preguntar por opciones impermeables como el tejido Gore Tex que nos aísla del frío y la humedad. Si, por lo contrario, vivimos en zonas calurosas necesitaremos zapatillas con un upper (la parte de arriba de la zapatilla) más transpirable y ligero para evitar sudar mucho y que nos salgan ampollas o rozaduras. Son terribles y no las queremos en nuestra vida.

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Os dejamos algunos modelos que recomendamos si estáis iniciándoos en el mundo del running:

Elegir calcetines siempre va de la mano de la temperatura donde estemos corriendo. Podemos encontrar, si lo necesitamos, algunas opciones que añaden un toque extra de amortiguación al aportar más material en la planta.

Las camisetas y pantalones siempre que sean de tejido fino y relativamente elástico para tener libertad de movimiento y no nos agobien al mover brazos y piernas. Normalmente los pantalones running incluyen pequeños bolsillos para guardar móvil y llaves.

Chicas, invertir en un buen sujetador deportivo marcará la diferencia en el confort y disfrute a la hora de correr. No tengáis reparo a la hora de buscar el que más se ajuste a vuestras necesidades en función de vuestras tallas y no dudéis en asesoraros en vuestra tienda running.

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Y poco más que añadir, a esto del running sin morir en el intento. Podemos encontrar diferentes complementos para que nuestro outfit runner sea completo como un reloj GPS, gorras o gafas de sol.

Estos últimos detalles nos harán sentir runners por completo y oye, siempre mola sentirse parte de un grupo.